Como no podía ser de otra manera, el partido ha sido disputadísimo y las defensas se han impuesto a los ataques. No habrá habido más de tres o cuatro acciones de ruptura en todo el partido y, todas, en acciones individuales.
Ahí, en las individualidades, los REDS son superiores a los CRUSADERS y, por ello, han ganado el partido.
Como equipo, en mi humilde opinión, los CRUSADERS son un equipo de rugby completo y superior pero no han sabido o no han podido traducir esa superioridad en puntos.
Lo dicho, Will Genia ha decantado el partido a favor de su equipo con sus apariciones eléctricas y, fundamentalmente, con la jugada (absolutamente individual) en la que ha anotado el ensayo decisivo del partido a falta de 12 minutos para el final del mismo. El primer ensayo de los REDS, obra del ala Digby Ioane en otra acción individual al inicio de la segunda parte, se produjo cuando mejor estaban jugando los CRUSADERS.
Unos CRUSADERS donde su apertura, Dan Carter, ha anotado todos los puntos de su equipo. Un equipo que, como decía antes, practica un rugby espectacular como conjunto basando su juego en la participación de todos sus jugadores en todas las fases del partido, en ataque y en defensa.
Los REDS, en cambio, basan su juego en una defensa muy agresiva (ahí si que son un conjunto) pero, en ataque, lo basan todo en las apariciones eléctricas e individuales de tres jugadores: Quade Cooper (hoy menos determinante que en las semifinales), Will Genia y Digby Ioane.
En definitiva, los REDS, el equipo más regular de la competición, ha refrendado su dominio en la final y es un justo campeón.
Esta final se puede considerar una antesala de lo que sucederá en el MUNDIAL que se celebrará en Nueva Zelanda en septiembre. Allí, posiblemente, Nueva Zelanda y Australia serán los dos principales favoritos y muchos de los jugadores que hemos visto hoy se enfrentarán en la final del Campeonato.
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