Al igual que ayer, hoy también ha merecido la pena madrugar.
En el primer partido, Australia se enfrentaba a Sudáfrica en el duelo fratricida entre dos de los máximos favoritos a conquistar este Campeonato del Mundo de Rugby. Australia, con su equipo de gala, se enfrentaba a una Sudáfrica renacida en esta RWC 2011 aunque con las bajas importantes de François Steyn y Bakkies Botha.
Australia ha realizado un partido muy lejos de lo que ha venido realizando este último año, muy pobre en ataque, con un Quade Cooper en su peor versión posible y con un Will Genia que no podía controlar el juego ante la masiva superioridad de la delantera sudafricana que robó literalmente el control del oval y del partido al equipo australiano.
Con todo, en el inicio del partido, Australia robaba un balón en la veintidós sudafricana y anotaba un ensayo por parte de su capitán, James Horwill. Y poco después, un golpe de castigo transformado por James O´Connor hacía que Australia consiguiera una ventaja de 8 - 0 antes del minuto 15. A partir de ese momento y hasta el final del partido, Australia prácticamente desapareció en ataque y se limitó a defender como demuestran algunas de las estadísticas del partido, todas a favor de Sudáfrica: posesión del oval (56%), juego en campo contrario (76%), tiempo en la veintidós contraria (11´ 30" frente a 3´ 31").
El dominio sudafricano fue absoluto pero solo pudo traducirse en puntos en golpes de castigo (dos) y con un drop, todos ellos anotados por Morne Steyn. Por su parte, Australia realizó uno de los ejercicios defensivos más completos que se han visto últimamente pues aparte de no permitir ensayar a Sudáfrica, prácticamente no cometió faltas que hubieran permitido a Morne Steyn decantar el partido hacia los suyos. Destacar por encima de todos los jugadores australianos a su siete, David Pocock, que estuvo, en defensa, increíble, espectacular, una autentica pesadilla para los sudafricanos.
Australia logró anotar en el casi único ataque que realizó en la segunda parte en un golpe de castigo que cometió infantilmente Danie Rossouw en el saque de una touch. Un intento de drop del zaguero sudafricano, Pat Lambie, pasó a escasa distancia del palo derecho australiano y ahí murieron las esperanzas sudafricanas.
Muchos dirán que el resultado final, 11 - 9, no es justo visto lo visto, pero un dominio absoluto en ataque sin efectividad, no justifica el merecer ganar.
Sudáfrica no podrá, por tanto, revalidar su título de Campeón del Mundo. Y Australia tendrá que mejorar en ataque e intentar dominar más las fases estáticas para poder desplegar su ataque en su semifinal contra los All Blacks. Si no, tendrá difícil repetir la victoria conseguida hace mes y medio en la final del TRINATIONS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario