Desgraciadamente, Dan Carter, el apertura titular de los All Blacks y, posiblemente, el mejor apertura del mundo, se lesionó el sábado en un entrenamiento preparatorio para el último partido de la fase de grupos que le quedaba a su equipo contra Canadá.
Es una noticia terrible para el mundo del rugby pues la fortuna nos ha robado a un jugador excelente, un jugador que DIRIGE maravillosamente a la orquesta neozelandesa, una orquesta repleta de primeros solistas.
Y lo ha hecho precisamente en el peor momento para este bravo jugador, en su Mundial, en su casa.
Los All Blacks notarán su ausencia, es evidente. Lo que está por ver es si su sutituto, Colin Slade, sabrá aportar el mínimo necesario para que la afinada orquesta neozelandesa siga estando un escalón por encima del resto de equipos en este mundial.
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