En la segunda semifinal disputada esta mañana, las esperanzas argentinas chocaron contra una realidad tangible y brutal: los All Blacks, este año, no están dispuestos a fallar, y menos en "SU MUNDIAL".
Argentina hizo lo que tenía que hacer y lo hizo muy bien. Pero eso no es suficiente para ganar a el mejor equipo que existe ahora mismo en el mundo. Nueva Zelanda, ante los problemas que le planteaba la gran y brava defensa argentina, se limitó a tener paciencia y a no cometer fallos ni a ser vencida por la ansiedad. Si bien la defensa argentina no les permitía lograr anotar los ensayos que todo el mundo esperaba ni a desplegar ese juego de excelencia en ataque al que nos tiene acostumbrados, se aprovecho de las constantes faltas que realizaban los defensas argentinos para anotar inexorablemente todos los golpes de castigo por parte de un inspiradísimo Piri Weepu, que anotó siete de los ocho lanzamientos a palos que intentó. Decisiva labor del medio melé neozelandés, nombrado mejor jugador del partido, pues la baja de Dan Carter en esta faceta se presumía un factor muy negativo para los All Blacks.
La ansiedad, que ha sido el gran enemigo de Nueva Zelanda en todos los Campeonatos del Mundo desde 1985 (cuando ganaron su único título mundial), hoy ha sabido ser bien gestionada por esta selección. Incluso cuando Argentina lograba anotar un magnífico ensayo en el minuto 30 de la primera mitad y se ponía por delante en el marcador.
Tengamos en cuenta que, como he indicado anteriormente, los All Blacks sufrían la baja muy importante de su director de juego, Dan Carter, y, además, su sustituto, el joven Colin Slade, se lesionaba en la primera parte. Aaron Cruden, incorporado a los All Blacks hace solo unos días, ha salido al terreno de juego y ha dado mucha tranquilidad al equipo con sus acciones.
Lo dicho, a Nueva Zelanda no le importaba marcar ensayos. Se escapó en el marcador con los golpes de castigo anotados por Weepu y dejaba que Argentina se fuera consumiendo hasta que cayera como fruta madura. No fue hasta el minuto 67 cuando los All Blacks lograban su primer ensayo por parte de Kieran Read (que jugaba hoy su primer partido en este campeonato tras recuperarse de la grave lesión que sufrió en la final del TRINATIONS).
El dominio neozelandés se acrecentaba y Argentina no lograba mantener el oval y meterse en campo contrario. Se limitaba a defender y lo hacía con bravura y demostrando que son un equipo excepcional en todo. Casi al final del partido, en una jugada preciosa de Cory Jane (los "off-loads" ya no los hace sólo Sonny Bill Williams), Brad Thorn anotaba el segundo ensayo de Nueva Zelanda y cerraba el marcador con el claro 33 - 10.
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